Introducción:
La
última reina de Francia fue célebre por muchos y variados motivos. Uno de ellos
fue por ser la última reina que gobernó el país vecino, y otros de ellos
estaban relacionados con la vida frívola y ociosa que llevaba en su palacio de
Versalles. Era joven y divertida, gustaba de jugar por el palacio
despreocupadamente y vivía rodeada de sirvientes, de estatuas y de un suntuoso
mobiliario estilo Luis XVI. Cuentan que un hecho célebre, de apariencia
intranscendente, desencadenó uno de los sucesos más importantes de la Historia
Moderna. Tan importante que la Historia Moderna, gracias a él, cambió de
nombre, y pasó a llamarse Historia Contemporánea. Ahí es nada. Corrían tiempos
de hambruna en toda Francia, debido a muy malas cosechas; tanto que en los
arrabales de la capital no tenían con que alimentarse. Las mondas de papas
escasearon y las virutas de berzas se hicieron un manjar frugal. La población
hambrienta rodeó el palacio de Versalles, exigiendo pan. Perezosamente, María
Antonieta se despertó aquella mañana y sus sirvientes le prepararon el
desayuno: Leche, frutas, cacao, rebanadas de pan con mantequilla y unos panes
de leche bastante caros que en Francia se llaman “brioche”. Acudió su ayuda de
cámara a decirle que en las puertas de palacio los parisienses exigían pan y
que se les lanzase en sacos. María Antonieta rió alzando su cuello sedoso de
cisne.
“- ¡¿Qué no tienen pan?!- Exclamó-, ¡Pues si no tienen pan, que les den brioche!”.
Alguien del servicio escuchó aquella frase que luego sería célebre, y llegó a las cocinas. El rumor corrió como la pólvora y pasó a las puertas del palacio con la misma velocidad que el aire. Esta anécdota, vestida de rumor, y en apariencia sin importancia desencadenó lo que más tarde fue conocido como la “revolución francesa”. Para el más interesado en hechos curiosos de la historia puede buscar lo que le aconteció a María Antonieta y a su cuello de marfil. Cosa que aquí no contaremos, para que sirva como trabajo de investigación y sirva para responder a quién y cómo se le dio brioche. Haciendo el recordatorio de que no solo los panecillos pueden depositarse en un cesto.
Historia del brioche
Algunos dicen que la historia del brioche se remonta a la
civilización romana, otros afirman que fueron los franceses de la región de
Normandía los que primero prepararon este delicioso pan, siendo la primera
receta escrita en 1404.
Brioche danés
Brioche general:
Los elementos principales del
brioche son: harina, azúcar, grasa, levadura y líquidos (agua y otros).
La harina: El principal es la harina que es el fermento de la masa. Está formado por un 64%
de almidones, 11% proteínas, 14-15% humedad, 2.5% azúcares (maltosa), 1% grasa y un 0.5% sales minerales
y cenizas.
El azúcar: Es el alimento de la
levadura. También es un ingrediente principal aunque lleve poco y en grandes
cantidades frena la fermentación. Por kilo de harina se suele poner un 5-15% de
azúcar. A mayor cantidad de azúcar los poros quedan más pequeños y más
uniformes. Aparte el azúcar aporta sabor (dulzor), color...
Las grasas: Normalmente el
brioche se hace con mantequilla (82% materia grasa), además tiene una función de
elasticidad, facilita la manipulación. Una vez horneado alarga la vida del
brioche (todo lo que lleva mantequilla dura mucho más). También hay que tener
cuidado porque la mantequilla con el tiempo enrancia, con lo cual puede
estropear la elaboración.
A más cantidad de grasa que lleve
la masa, más tardará la fermentación (más lenta y más larga). Cuando le ponemos
más grasa son más largas, es decir, más cortas porque son en bloque. A la masa se le
añade un poco más de levadura, es decir, si se añade un poco más de levadura,
añadir un poco más de mantequilla.
La levadura: es un hongo que
hidroliza el azúcar y produce CO2. Se va
comiendo el azúcar de la elaboración, soltando gases e inflando la masa. Este
tipo de fermentación se llama anaeróbica, es decir, no hay presencia de
oxígeno, sino que solo actúan las partículas de la levadura, los azúcares y los
gases. Lo normal es 50gr de levadura por 1 kilo de harina. Las condiciones del
medio, la temperatura, el lugar, etc influyen en la cantidad de levadura que se
ha de poner en la elaboración (variación de 10gr arriba o abajo). (Amasar con
escamas de hielo). De -4 a -2ºC la levadura está congelada y tiene una
actividad nula. De 2 a 4ºC empieza a despertar pero tiene una actividad muy
débil, aunque empieza a fermentar. De 26 a 28ºC es la temperatura óptima para
la actividad de fermentación, con lo cual esa es la temperatura perfecta para
empezar a fermentar. De 38 a 42ºC se debilita la levadura, se ralentiza el
trabajo y está a punto de morirse. Si pasamos de 50 a 55ºC la actividad es
totalmente nula y se muere la levadura.
Líquido: Es lo que ayuda a hacer
la masa. No solo es agua al 100%. Lo ideal es sustituirlo por leche que tiene
un 3.5% materia grasa que hará que la masa sea más elástica todavía. También
mantiene las piezas horneadas más frescas y hace que los poros sean más
uniformes (las burbujas del interior). También se le puede poner nata, aporta
más grasa todavía más las cualidades que tiene la leche.
De un litro de agua se aromatiza
con 500gr de cóctel y el resto de agua. El cóctel puede llevar leche, nata,
triplesec, brandy, coñac, anís seco o dulce, agua de azahar sin alcohol,
matalauva (no el anís estrellado), cilantro en polvo, canela, ralladura de
limón o lima o naranja, yuzu. No es recomendable leche condensada o en polvo
porque es demasiado azúcar y tiene poca humedad y podría descompensar la
receta. Evitar los saborizantes, es mejor fomentar lo natural. El líquido que
esté a un grado o en pre-congelación para enfriar la masa.
Ovoproductos: Todo menos claras
sueltas. Yemas solas, pasteurizadas o frescas o huevos enteros.
Sal: Equilibra la fermentación,
la retrasa y al retrasarla la levadura come menos azúcares (no en exceso) y con
ellos se consigue un poco más de corteza, que esté un poco más dorado, etc. Se
pone entre 10 y 25% por 1 kilo de harina. Luego si el brioche es salado, se
reduce el dulce y se llega a los 25% de sal, no es recomendable pero se suele
usar. Cuando esto se haga hay que tener en cuenta que se modifica ligeramente
el proceso de fermentado.
El proceso:
El amasado
Antes de amasar hay que pesar
bien los ingredientes, es un proceso super importante. Luego ya se mezcla la
harina, la sal, el azúcar, los ovoproductos, el líquido en este horno. Poner la
maquina en marcha para amasar y dejar la levadura y la mantequilla para el
final.
Nota; Todo lo sólido se puede
pesar y poner en el congelador, lo líquido aparte igual, también en el
congelador.
Cuando se empiece a hacer la masa
se pone la mantequilla de nevera y cortada en dados. La levadura se suele poner
casi al final aunque también es aceptable hacerlo al principio o mitad. Cuando
el telo se forme perfectamente ya estará la masa.
Nota: Con las máquinas de brazo
no se calienta la masa, pero las de rabo de cochino que suelen ser las más
usuales sí se calienta con lo cual cuanto más al final pongamos la levadura
mejor.
Las temperaturas del amasado son
En un brioche normal deberían
rondar los 22 a 27ºC. Cuando más cerca del 22 mejor.
Para un brioche danés se baja un
poco la temperatura hasta 20 a 22º como mucho.
De todas maneras en ambas masas
no debería sobrepasarse los 27º, como mucho 28º ya sería peligro. Para
evitarlo, el líquido en escamas de hielo, sólidos congelados, etc.
Lo ideal en la fermentación fuera de 26 a 28ºC, máximo 32, 33ºC pero esto ya es peligroso.
¿Cuándo está fermentado un brioche?
Para saber si está fermentado, si se
aprieta suavemente con el dedo y se hunde y no vuelve a su estado natural, es
que todavía no está, pero si se hunde y luego se hunde más es que está pasado.
Si vuelve a su estado natural, ya está. Lo del doble de tamaño es válido pero
hay gente que no ve la forma principal.
El pintado es antes y después. El
de después tiene que ser muy suave.
Cocción
- Cocción: 180-190ºC pequeñas.
- 210-220ºC grandes.
- 6-5-4
- Tiro cerrado en todos los brioches menos el danés que es tiro abierto.
Brioche danés:
Lo que se busca en el brioche
danés es que las capas se queden marcadas y bien a la vista.
Es una masa de brioche
directa sin masa, ni fermentación en bloque ni nada, que la grasa no la lleva
al amasar sino que se incorpora en la masa en forma de pliegues. Se lamina como
si fuera hojaldre con el inconveniente que la masa va a fermentar. Lleva un S y
un D o tres S. El amasado como todas las masas hojaldradas es un amasado muy
corto porque se termina de amasar mientras se hacen los pliegues. La
fermentación serían 2/3 de la fermentación normal (se fermenta muy poquito).
Nota: Si se fermenta como un
brioche normal las piezas se deforman.
Nota: Lo bonito del brioche danés
es la variedad de formas que se pueden hacer.
Este tipo de brioche necesita un
poquito más de levadura que el brioche normal porque la mantequilla
(grasa) está entre medio, de ahí que se
tenga que reforzar.
La temperatura de amasado es de
20-22º y la temperatura de la masa al dar los pliegues no puede superar los
14ºC (trabajo entre 10º-14ºC).
La temperatura de fermentación
26-28ºC, la temperatura al salir de la amasadora no debería superar los
20-21-22ºC (si sale caliente, enfriar cuanto antes).
Si la levadura es levadura
orgánica deshidratada se debe agregar un 10% más que si fuera levadura orgánica
más y siempre va a absorber un poquito más de agua.
El brioche danés no se trabaja
con aceite sino con harina a diferencia del brioche normal.
Nota: Si la masa está muy suelta,
se puede amasar como pan un poco para que pille fuerza.
Nota: Tanto el hojaldre como el
brioche no hace falta estirarlo en exceso para dar las vueltas.
1- Estirar
la masa en un rectángulo no muy grande.
2- Poner
la mantequilla dejando un dedo de borde en los laterales.
3- Haces
pliegues